Él, firma como JR. Tiene exhibiciones en lugares tan diversos como África y América latina. Ha estado en conflictos armados, en las calles más peligrosas de Brasil y en el muro divisor entre Israel y Palestina. No muestra su cara ni quiere que el mundo conozca su nombre. Su arte es ilegal. Y eso, es parte fundamental del proyecto. El objetivo principal: Recuperar nuestra humanidad. Su público: Todos, y los que no van al museo. El soporte: Lo que dé a la calle.
JR, trabaja con conceptos tan trágicamente violados, como el compromiso, la libertad, la identidad y créanlo o no, los límites. Quiere llevar e incentivar el arte en los sectores más marginados. Llama al activismo incesantemente Y Por ahí leí que lo llaman el “artivismo”.
Uno de sus proyectos, se llama 28 mm, en honor a la mano bendita del gran angular con que fotografió tres de sus obras más grandes. La primera se llama PORTRAIT D`UNE GENERATION, en la periferia de parís. La segunda es FACE 2 FACE, en la frontera de Israel y Palestina, y la tercera WOMEN, en el gran continente africano. Leí también de una obra hecha en la FAVELA de Río de Janeiro, donde publicó un enorme collage de miradas femeninas hacia el centro de la ciudad, para no olvidar la cara de la pobreza.
Sus colores son el blanco y negro, y sus planos, los primerísimos y los primeros si se prefiere.
Para JR, nada es obligación, su foco está en otra. Él cambia su monocromía, su formato y su lugar, tan rápido como lo acompaña el mismo sentimiento.
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